viernes, 7 de mayo de 2010

Epitafio

Con tu José Mari al frente
todos los santos te esperan
y los ángeles rodean
tu semblante eternamente.

Feliz tú que ya llegaste
a la meta prometida
y a la patria conseguida
por Jesús, a quien amaste.

Ruega al Señor por nosotros,
Carmenchu, los que quedamos,
vuestros hijos, que esperamos
a reunirnos con vosotros.




6 comentarios:

  1. Amen.
    Descansa en Paz

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  2. Somos Pedro y Maria de la comunidad del nieto de Carmenchu, Juan Olías. Hemos seguido la evolución que Carmenchu ha tenido desde su caida hasta su muerte. Este blog ha sido muy enrriquecedor tanto para saber de vosotros como para tomar ejemplo de como se muere santamente. Me llena de esperanza ver como los hijos y los nietos acogen la fe que estos abuelos. Esto me anima a seguir en la Iglesia y no rendirme en mi misión de madre para llevar cada dia a Dios a mi casa.
    Nos unimos a vosotros en vuestro dolor y rezamos para que Dios os ayude a sobrellevarlo. Tambien rezaremos por el eterno descanso de CARMENCHU. Aunque me parece a mi que esta mujer ya está muy cerquita del Señor

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  3. Soy Clara Molinero, hija de Antonio César Molinero, familia en misión en Perú.
    Sólo quería agradeceros por este blog. A los que estamos lejos nos ha hecho sentir más cerca... de verdad ¡¡¡MUCHISIMAS GRACIAS!!! y que Carmenchu rece por nosotros ahora... un abrazo. La Paz.

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  4. Soy Nelly Loayza he seguido de cerca el block que han puesto ( MUCHISIMAS GRACIAS ). Y asi estar al tanto de los acontesimientos de nuestra muy querida CARMENCHU. Soy hna. de su comunidad en Peru y asi como ustedes estan sufriendo por la partida de ella hacia la Patria celestial y este es nuestro consuelo de volvernos a encontrar en las Moradas Santas que Nuestro Señor Jesucristo a ido a preparar .Dios les de el consuelo a toda la familia un abrazo la Paz.

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  5. Carmen descansa en paz, en los brazos de Nuestro Señor Jesus y de la Virgen María, gozando ahora de la presencia de todos los Santos y Angeles del cielo, junto con tu Jose Mari, alabando y cantando al Señor, cantos celestiales llenos de amor a Dios Padre. Amen

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  6. Mi abuela fue una gran abuela, sin pasión de nieto.

    Despedida emotiva. Está sellada
    en el recuerdo. Y ahora a hacer memoria
    de la huella que deja en nuestra historia,
    de su fe, que nos fue siempre inculcada.

    Como el cielo lloró, lloraron tantos.
    lágrimas que no apagan la candela,
    la llama que ha encendido nuestra abuela
    y que arderá entre vítores y cantos.

    Es la mejor herencia, ¡qué legado!
    saber que no se acaba con la muerte,
    ¡que lote tan hermoso me ha tocado!

    ¿Con qué caída cambia nuestra suerte?
    que lo sepan Mistral y Tramontana
    Es así cómo muere una cristiana.

    Miguel Ángel Olías Soler

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