domingo, 26 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Ayer como todos los días de Navidad desde que guardo memoria de vuestra vuelta de Perú, fuimos a Tres Cantos, con Ana y sus hijos.
Ese camino es un camino erizado de recuerdos que se clavan como espinas. En el trayecto desde la M-40 hasta Tres Cantos, cada vez que lo hago, se me va la vista hacia el depósito de agua en donde está puesto en letras de la Comunidad de Madrid que se trata del Hospital de Cantoblanco, y ayer mi alma trasudó un suspiro quedo, grave, que sonó como campana de difunto del camapario acuoso.
Hubiera querido ayer decirte ¡Feliz Navidad!
Tu lugar lo ocupó Antonio, que hará ahora de nuestra madre.
Un beso, madre.