domingo, 26 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Ayer como todos los días de Navidad desde que guardo memoria de vuestra vuelta de Perú, fuimos a Tres Cantos, con Ana y sus hijos.
Ese camino es un camino erizado de recuerdos que se clavan como espinas. En el trayecto desde la M-40 hasta Tres Cantos, cada vez que lo hago, se me va la vista hacia el depósito de agua en donde está puesto en letras de la Comunidad de Madrid que se trata del Hospital de Cantoblanco, y ayer mi alma trasudó un suspiro quedo, grave, que sonó como campana de difunto del camapario acuoso.
Hubiera querido ayer decirte ¡Feliz Navidad!
Tu lugar lo ocupó Antonio, que hará ahora de nuestra madre.
Un beso, madre.

martes, 23 de noviembre de 2010

Hoy no pasa nada

Solo que he dormido hasta las 5 y media y como no aguanto despierto en la cama, y empiezo a dar vueltas, pues me he levantado.
Es fijo. Si me acuesto antes de las 12 me despierto antes de las 6. ¡No tengo remedio!
Y cacharreando entre pantallas, bloguerías y otras historias, se me presenta de nuevo mi madre, con la que comparto muchas cosas de mi vida. Porque, ¿quién no le hace confidencias a una madre cercana y amante?
Pues así es.
Mami, te echo de menos, especialmente los viernes, cuando llego del Instituto, sin el apuro de saber que me estáis esperando para comer. Vuelvo por la carretera de Toledo y te imagino sentada en el sillón tomándote tu cervecita con limón y unas almendras o unas aceitunas, mientras Carmen y yo llegamos a casa.
Mami, te tengo presente en el gobierno del Instituto, haciendo lo que me has enseñado: currar mucho, esperar y tener paciencia, porque la fruta madura cae a su tiempo y por mucho que la desees no la adelantas; solo puedes estropearla y resultar todo ácido o amargo. Prefiero lo ácido, que significa solo impaciencia. Lo amargo, no... La bilis solo para digerir grasas. como el detergente, no para condimentar con ella la vida.
Mami, fui al cementerio con Ana y todavía estaban todas las coronas encima de la lápida. ¡Qué impresión! No había ido desde que dejamos allí tu querido cuerpo y la sensación que tuve fue de escarbar en los posos del tiempo; sensación de secarral, tú que estás florecida, y encima solo restos del naufragio. ¡Qué ironía de esta vida!
Ya está escrito tu nombre en la lápida junto al de Mariano y al de papá, José María.
Lo que hace la letra impresa: queda fijo, perdurable en la memoria.
Y como decia el poeta, en su Viaje definitivo:
¡Y yo me iré! Y se quedarán los pájaros cantando.
Quiero, pues, trinar para ti, y seguiré haciéndolo hasta que yo también me vaya.
Espero que nunca se acaben los cantos de los pájaros, que me valen todos, excepto los graznidos.

domingo, 30 de mayo de 2010

Retomamos

Por fin el funeral por mi madre Carmenchu que suspendimos en la Parroquia de La Paloma se celebrará, D. m., el próximo lunes 14 de junio a las 19:45 horas.

viernes, 28 de mayo de 2010

28 de mayo

Tal día como hoy nació mi madre en 1926. No ha llegado a cumplir los 84 años.
Ha muerto con 83, un numero primo, de los que gustan a los matemáticos.
Pero a mí me gusta más el ocho tumbado: un símbolo que en tan poco encierra un concepto que estoy seguro que para mi madre ha dejado de ser concepto, para ensancharse en la presencia de Dios, para hacerse con Él infinita. Ya no es concepto. Ya es ella. Es infinita.
Porque ha sido infinita su paciencia.
Porque ha sido infinita su generosidad.
Porque ha sido infinito su amor.
Porque ella es ahora infinita. Sin límite.

El pasado 26 de mayo el obispo de Getafe ofició un funeral por el eterno descanso de Carmenchu.
La parroquia de San Sebastián estaba a rebosar de feligreses de mi hermano Antonio, actuales y antiguos, estábamos el resto de los hermanos, con muchos de nuestros hijos, y muchos amigos.
En la monición ambiental, al pasar revista someramente a su vida, me salió decir que lo más característico de ella es que siempre se había fiado de Dios, al tener nueve hijos, cuando abría su casa a tantos que lo necesitaban, cuando junto con mi padre tanto han evangelizado y predicado y cuando jubilados se fueron de misión a Perú; y también me referí a los principales hitos de sus sufrimientos; se cayó y se rompió el tobillo derecho y ya no podía subir bien las escaleras del quinto piso en que vivíamos en Alcobendas; volvió de Perú con el linfoma y la quimioterapia le arrancaba la vida (¡cuánto me acuerdo de ti, Elena!); aceptó luego su viudedad (todos los días cuando rezaba Laudes sola, se le escapaban, me confesaba, algunas lagrimicas); después su caída de hace dos años, que le pulverizó el hombro izquierdo y le pusieron una prótesis con la que tuvo que aprender de nuevo a manejarse con las dos manos y a manejar como dicen los americanos y lo hizo (su médico cuando levantó el brazo hasta por encima de la cabeza ayudado por el otro brazo, se emocionó, le dio las gracias, se levantó y la abrazó, dejándola sorprendida y azorada porque decía que era al revés, que era ella la agradecida); y por último su última caída y su muerte; pues al hablar de todo esto me emocioné y ya no pude seguir articulando vocablo alguno, solo pude balbucear entrecortadamente que en todos estos acontecimientos siempre se había fiado de Dios, nunca maldijo, sino que siguió bendiciendo hasta el final y todos nosotros éramos su fruto.

¡Qué bonita vida he tenido!, nos dijo.
¡Qué bonita vida has tenido!, te digo.

Felicidades, mamá.

jueves, 20 de mayo de 2010

Suspensión del funeral de La Paloma

 José Miguel y Gloria han sido un matrimonio que han estado siempre muy cerca de mis padres y viceversa.
Gloria y Carmenchu han sido muy amigas, siempre han estado próximas, aun cuando existiera un océano de separación entre ellas.
José Miguel y Gloria son los padrinos de mi hermano Miguel.
Ayer entregó su vida al Padre José Miguel, después de una larga enfermedad, al poco de haber celebrado él y Gloria sus bodas de oro.
Su cuerpo está siendo velado en el salón parroquial de La Paloma.
A las nueve de la noche es la misa exequial.
Dadas las especialísimas circunstancias que concurren, la amistad que nos une, el dolor compartido por quienes han sido y son amigos del alma, como lo son mis padres y José Miguel y Gloria, de común acuerdo mi hermano Antonio y yo hemos decidido posponer el funeral de mi madre Carmenchu en La Paloma.

Nosotros nos incorporaremos a la celebración por José Miguel y en esa celebración también rezaremos intensamente por el alma de mi madre, para que quienes en esta vida mortal fueron entrañables amigos, en la vida eterna se fundan en la mayor plenitud de santidad y desde el cielo sigan intercediendo por nosotros, sus hijos y por todo el mundo que han contribuido a evangelizar.

Os ruego me perdonéis el cambio de planes, sobre todo si alguno no llega a enterarse a tiempo.
Yo estaré a las 8 en La Paloma.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Funeral en El Tránsito

El pasado 18 de mayo ceebramos un funeral por Carmenchu en la parroquia de El Tránsito.
Fue una celebración tranquila.
Recordó Luis Rivas en su monición ambiental cuál es el núcleo de nuestra Fe. Jesús NO ESTÁ AQUÍ, HA RESUCITADO. Lo dijo con fuerza. Y porque ha resucitado ha introducido carne como la nuestra en la esencia de Dios y nos abre un camino para que nosotros, no una parte o una esencia de nosotros, nosotros estamos llamados a incorporarnos a ser Dios mismo.

Fue una celebración hermosa.

Este es el comentario de Carlos Koala Soler, mi hermano (primo), especializado en sacarme lagrimones como naranjas, que es la mejor reseña de la celebración.
Así que con tu permiso, que en esto nos encontramos todos y tú has sabido darle expresión insuperable.

Cuando mi hermano (primo) Antonio, en su homilía hablaba de los que se decían que el final de Carmenchu había sido muy injusto, yo sentía que me dirigía a mí de manera personal sus palabras, que sus ojos me escrutaban pese a estar sentado en los últimos bancos de la iglesia. Ya sé que es pretencioso por mi parte que, de todas las personas ahí reunidas, yo pensara que me hubiera escogido a mí como objeto de su homilía, pero la verdad es que me sentí así. La verdad es que seguro que se lo estaba dirigiendo a tantos otros que, como a mí y por culpa de nuestra poca fe, nos cuesta aceptarlo. Se que Antonio tiene razón, que solo desde la fe se puede entender, pero claro, eso es precisamente lo que me falta a mí, Fe.

Cuando alguien fallece, siempre se dice lo de que Descanse en Paz. Yo sé que mi querida tía Carmenchu NO lo va a hacer. No me refiero a la parte de la Paz, que estoy seguro que lo ha encontrado ya, como también era capaz de encontrarla en vida también. Yo me refiero a la parte de Descansar. Repito, ella no lo va a hacer, pues se que va a invertir todos sus celestiales esfuerzos, con esa incansabilidad tan característica suya, en que esa Paz la encontremos los demás.

Así que ahora, desde mi mortalidad, solo puedo pedirla que me ayude a tener la Fe que ella tenía, que me ayude a encontrar esa Paz que se me deniega, que me deniego yo, por mi falta de Fe. Gracias Tía por ayudarme. Sigue igual de incansable en tu tarea, pues en algún momento mi tozudo, terco, obstinado, obcecado, pertinaz, testarudo, cabezón, empecinado, emperrado y porfiado empeño en no dejar que me inunde esa Fe vitalizadora y salvadora, finalmente se derrumbará y podré conocer la Paz como la conoces tú, pues lo aprendiste por anticipado y ahora lo vives eternamente junto a tu amor Josemari. Carmenchu, por favor, no descanses, aunque sé que lo harás en Paz

martes, 11 de mayo de 2010

Funerales

En los próximos días vamos a celebrar diversos funerales por el eterno descanso del alma de mi madre Carmenchu.
Serán los siguientes:
En su parroquia, Nª Sª del Tránsito se celebrará un funeral, D.m., el próximo martes 18 de mayo a las 8:30 horas de la tarde.
La dirección es Carretera de Canillas, 40 (Madrid).


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El día 20 de mayo, jueves, a las 8:00 de la tarde se celebrará otro funeral en la Parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, en la plaza de la Virgen de la Paloma 19, Madrid, aunque también tiene entrada por la C/ Toledo 98, junto a la Puerta de Toledo.


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El 24 de mayo, a las 9:00 de la noche celebraremos otro funeral en la Parroquia de San Pedro de Alcobendas.


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También celebraremos otro funeral en la parroquia de mi hermano Antonio, la de San Sebastian de Getafe, Plaza de San Sebastian, 1, 28902 Getafe, (en el cruce de las calles Juan de la Cierva y Avda. de Madrid) el miercoles 26 de mayo a las 20.00 horas.


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Los funerales oficiales, por así decirlo, en donde procuraremos estar todos los hermanos, serán los celebrados el 18 de mayo en la Parroquia de Nuestra Señora del Tránsito y el del día 26 en la Parroquia de San Sebastián de Getafe.

Muchas gracias a todos.

lunes, 10 de mayo de 2010

Id y contadlo

Son las 2:30 horas de la mañana en la madrugada del Lunes. No puedo dormir a pesar del cansancio de tanta emoción vivida. Ya estoy en casa, en Yecla y por ahora se han terminado los viajes a la M607, entrada de Valdelatas y hospital de la Paz, extensión de Canto Blanco. Dirección que no voy a olvidar en mi vida. Mi coche registra cuatro mil kilómetros más sólo en este mes y os prometo que Yecla no es grande.
La última entrada, se titula: "¿Todo ha concluido?" Y leyendo la crónica de todo lo que hemos vivido el pasado Viernes y Sábado, dentro de mí ha saltado como un resorte para escribir estas líneas. Cuando concluyó el entierro de papá, Chema dijo: "Habéis visto cómo muere un cristiano, id y contadlo". El Sábado, en el entierro de mamá, terminó exactamente igual, aunque más emocionado. Lo más grande del cristiano es que, efectivamente, no todo concluye con la muerte y esto es lo que me está resonando constantemente en mi corazón en estos últimos días. No me cabe la menor duda que la HERENCIA que mis padres han depositado en todos sus hijos, es la FE. Esta fe es la que nos lanza con fuerza a contar la maravilla del tránsito de este mundo al cielo y ciertamente no es lo mismo morir así, que morir sin ninguna trascendencia. Yo estoy contento porque mis padres han recibido el fruto final de la siembra de toda su vida, que es la fe de sus hijos y lo que le pido a Dios con todas mis fuerzas es que mis hijos y los hijos de mis hermanos, aprendan (porque nosotros se lo hemos enseñado, como hicieron papá y mamá con nosotros), vivan y guarden para toda su vida lo que significa verdaderamente, experimentalmente, la muerte de un cristiano y así lo puedan anunciar. Por lo que efectivamente no es un punto final, es un punto y seguido en sus hijos, nietos y biznietos. GRACIAS PADRES EN LA CARNE Y EN LA FE.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Todo ha concluido?

Cada uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios...
Bueno, pues me retracto y voy a volver a escribir. Voy a contaros las exequias de mi madre, porque el Señor se hizo presente, apareció en medio de nuestra asamblea y de nuestra familia, nos unió, nos consoló íntimamente y celebramos no la muerte de mi madre, sino su victoria sobre la muerte.
A las 11 de la mañana del viernes 7 de mayo contratamos los servicios funerarios: elegimos un ataúd con cristal para que pudiéramos velarla tranquilamente y Pascual, párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Tránsito de Madrid acogió a su feligresa en el salón rojo, que está presidido por un mural del Tránsito de la Virgen.
Después de preparar el cadáver de mi madre con la túnica que recibió cuando renovó el Bautismo, que representa la nueva creación, llegó al Tránsito y fue instalada la capilla ardiente. Eso ocurrió sobre las 3 de la tarde.
A partir de este momento, acudieron muchísimas personas a acompañarnos y acompañarla, que agradecemos vivísimamente.
Algunas personas, que no podían estar con nosotros, estuvieron muy presentes: en primer lugar, nuestra querida tía Carminín, hermana de mi padre José Mari, que desde Denver estaba viviendo estos momentos con nosotros, con la mayor congoja que da la lejanía por muy cerca que te sintiéramos; Silvia, en Perú, que no encontró billete para venir, pero que sabes que tienes aquí en España hermanos, que para eso te prohijaron mis padres (que sepas que Carmenchu te nombró muchas veces); su ahijada Sor Maria Paula de San Pablo, que desde el convento cisterciense de Maria Hjerte, en Dinamarca, me ha mandado una carta que no tuve ocasión de leérsela, pero que seguro que ella sí la ha leído desde el cielo; mi hermano el P. Ángel Iglesias, que ha tratado de comunicarse conmigo varias veces desde Tanzania; la décima, Minuca, que te escapaste de tu ciclo y llegaste a despedirla desde tu hospital cuando ya lo habías hecho desde el suyo, y otra décima, Laura, desde Porto San Giorgio, que sé que has estado siguiendo la evolución de mi madre y que también es un poco tuya y tantos de vosotros desde todos los puntos cardinales, de todos los rincones del mundo, que me siento ensanchado, universalmente ensanchado, como decía Rabindranath Tagore: "Me voy a todas partes".

Rezamos Vísperas por la tarde, presididas por mi hermano Antonio. Fue impactante la Salve que cantó Luis Ángel, con voz quebrada, pero con una fuerza que penetraba en lo hondo y traspasaba el alma .
Por fin, a las 20:30 h, nuestras amplias familias, nuestros amigos y compañeros, nuestros hermanos de comunidad, los miembros de comunidades a quienes mis padres evangelizaron por España y por el Mundo, constituimos una enorme  asamblea, que no cabía en la Iglesia, presidida por el obispo auxiliar de Getafe, D. Rafael Zornoza, con quien concelebraron en primer lugar mi hermano Antonio y numerosos presbíteros.
La celebración fue un gran consuelo para todos nosotros.
Al principio, mientras Ana Chéliz cantaba "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí", ingresó en la iglesia el féretro descubierto, a hombros de mis hermanos, que fue un momento de intensa emoción.
Habíamos elegido tres lecturas para la proclamación de la Palabra: la primera fue de los Hechos de los Apóstoles, que era el kerigma que había testimoniado Pedro con ocasión de la curación de un paralítico, como mi madre, que ya curada de sus sufrimientos, puede proclamar con toda la Iglesia que Cristo está resucitado y es Señor de vivos y muertos. La segunda lectura es el fragmento de la carta de San Pablo a Tito en el que confiesa que ha combatido su combate, ha alcanzado la meta, ha mantenido la fe. Y el evangelio proclamado fue un fragmento de San Juan en el que Jesús explica que no hay mayor amor que dar la vida.
La homilia de mi hermano Antonio empezó diciéndonos que estaba contento, que era el único funeral en el que podía decir que estaba contento y no tenía que salir corriendo, porque era el de su madre. Y explicó la razón de su contento: que mi madre, por fin, ha vencido, está resucitada y nosotros profundamente consolados primero por cómo aceptó nuestra madre su muerte y segundo con qué ternura y con qué paz nos despidió a cada uno. No sólo es que ya haya dejado de sufrir, que lo hizo y mucho; es que nos ha dejado un enorme consuelo su aceptación de este misterio que es la Vida y ha entrado en ella con los dos pies, caminando por las alturas.
Al concluir la celebración, fueron los nietos mayores quienes cargaron con mi madre y la devolvieron, en medio de una cálida y prolongada ovación, devolvieron su cuerpo inerte al salón en donde estaba la capilla ardiente.

Estuvimos acompañándolo durante toda la noche. En cada turno de vela siempre estábamos alguno de  nosotros. Yo estuve desde las 2 a las 4:30 de la madrugada. Fue un rato íntimo, cercano, compartiéndolo con algunos hermanos. Rezamos el oficio de lectura. Y estuve contemplando largamente dos cosas: que los despojos que allí yacían habían sido la matriz en donde yo fui concebido y de donde yo había recibido la vida; y que el espíritu que aleteaba era el que me había rescatado de tantas muertes y me ensanchaba a la  Vida.
Agradezco y agradecí la cercanía y el cariño que nos brindaron las personas que nos acompañaron. Quiero nombrar especialmente a Román y Justa, que estuvieron allí, callados, en silencio, y que me consolaron tanto que su recuerdo me produce de nuevo un llanto agradecido.

Hay mil detalles, mil sensaciones, emotividad a raudales... A mí me impactó que mi hermano Javier pidiera una guitarra y entonara "Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante", que se la cantara al oído, como postrer y delicado regalo; me impactó percibir el sentimiento de orfandad de todos nosotros, en especial el silencioso gemido de mi hermana Ana Mari, que revivía en la carne de su madre y la mía, también la agonía de su marido Mariano, porque cuando nos despedíamos de ella, cumplíamos el decimoséptimo aniversario de su muerte; las lágrimas y sollozos de todos los hermanos...
Me impactó también la corona de coronas de flores que envolvió el féretro de mi madre, que os agradezco profundamente. Para mí fue especial la que le enviaron mis compañeros de Instituto, la Comunidad Educativa del IES Jimena Menéndez Pidal, porque me sentí comunidad educativa.
Es interminable...

A la mañana siguiente, a las 11 de la mañana, presididos por José María Navalpotro rezamos Laudes.
De nuevo la cercanía, el cariño y el arropamiento que sentimos de parte de la Iglesia, que despedía a una de sus hijas con un amor y una dulzura que traspasa el alma... Dijo que había hecho una homilía desastrosa... No es cierto. Nos edificó. Además, sus lágrimas, las que yo no vi porque estaba peleando con las mías, fueron de lo más elocuente.

¡Qué rápido se pasa el tiempo, cuando no quieres que vuele! ¡Y cómo se enquista, se solidifica y se hacen largas las horas cuando deseas que vuele!
A las dos de la tarde, se inició la comitiva hacia el cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo. Un enorme gentío estaba esperándonos. Llegamos a las tres menos veinte y se formó desde la puerta del Cementerio una comitiva. Abría esta comitiva la Cruz; detrás nuestros hijos e hijas llevaron las flores; tras ellos cargamos a hombros el féretro de Carmenchu, y detrás Antonio revestido con nuestras hermanas y el resto de los nietos, su hermana Ana Mari, mis tíos y primos y demás familia y nuestros amigos y compañeros.
Ante la fosa abierta cantamos el Credo. Con inusitada fuerza resonó "Resucitó de entre los muertos" y también "Creo en la Resurrección de la Carne y en la Vida Eterna".
La misma mano que abrió el ramo de Paloma de donde se extrajeron las dos rosas blancas para que llegaran volando a mi madre en el hospital, ahora, de esa mano, también recibimos cada hijo una rosa roja que te lanzamos y que proclaman que te queremos.

Y por la noche, ya enterrada nuestra madre, nos reunimos todos los hermanos en casa de Javier y brindamos por ella con la bebida que más le gustaba, una copa de champagne: ¡LeHaim! (que es un brindis hebreo, ¡Por la Vida!).

sábado, 8 de mayo de 2010

Llueve. En tierra

Alguien alguna vez me comentó que lo que sentía por su familiar querido, enterrado, es que se mojaba cuando llovía. El cuerpo de Carmenchu está en tierra junto al de su marido y el de su yerno Mariano, y ahora está lloviendo en Colmenar. Pero Carmenchu ya no se moja. Está viva, eternamente viva en nuestros corazones y en los de tantos hermanos que, de repente, me han aparecido. Vivir eternamente. Como José Mari. Y como Mariano. Y seguro que como muchos otros Santos que yo no conozco. Pero mi Madre y mi Padre y mi hermano Mariano vivirán siempre en mi corazón. Gracias doy por haber tenido semejante ascendencia. Espero que "de algo me valga" (si queréis podéis leer: que "intercedan por mí"), su hijo Javier Ignacio.

viernes, 7 de mayo de 2010

Muerte y Vida

Acaba de llegar el cadáver de Carmenchu a la Parroquia del Tránsito (Carretera de Canillas, 40. Madrid).
A las 20:30 horas (8 y media de la tarde) celebraremos una Eucaristía sobre todo de acción de gracias al Señor por nuestra madre y de intensa oración por ella y por quienes quedamos en esta parte de la orilla.
Sabed que será una celebración tranquila, calmada, que nos ofrecerá un enorme consuelo y quizá para alguno pueda parecer larga.

Durante esta tarde y por la noche permaneceremos velándola en un ambiente de oración.
Mañana tenemos previsto celebrar Laudes a las 11 delante de su féretro.
A las dos de la tarde será la conducción del cuerpo de mi madre al Cementerio Santa Ana de Colmenar Viejo (junto al polígono industrial, al sur de la ciudad), en donde recibirá sepultura al lado de su marido, José Mari, y de su yerno Mariano.
Descansa ya en paz.

A mamá le gustaba mucho la playa. ¡¡¡Y el sol y el mar le sentaban tan bien!!!

Epitafio

Con tu José Mari al frente
todos los santos te esperan
y los ángeles rodean
tu semblante eternamente.

Feliz tú que ya llegaste
a la meta prometida
y a la patria conseguida
por Jesús, a quien amaste.

Ruega al Señor por nosotros,
Carmenchu, los que quedamos,
vuestros hijos, que esperamos
a reunirnos con vosotros.




7 de mayo

Hoy 7 de mayo, a las 7:00 de la mañana, acaba de fallecer Carmenchu.

jueves, 6 de mayo de 2010

Mamá, una Gran Mujer

Recuerdo que, cuando nos hicieron una entrevista en el desaparecido periódico "YA", con motivo de nuestra partida a Pérú, que la mujer que nos entrevistó se quedó, sobre todo, impresionada por la templanza, serenidad y grandeza de las mujeres que estaba entrevistando (Rosario, Elvira y Carmenchu). Estoy escribiendo estas líneas a los pies de la cama donde ya esta agonizando mamá y lo que quiero expresar (si las lágrimas me dejan) es la sensación que estamos dando un hasta luego a una gran mujer, esposa y madre. "Jabata" como pocas, fuerte, alegre y sobre todo cariñosa como ninguna, que seguramente unos cuántos seguidores de este blog (que tan bien gestionado ha sido por mis hermanos mayores y cuñados) han tenido oportunidad de experimentar. "Tengo roto el corazón, me duele físicamente", fueron las primeras palabras que dijo mi hermana Ana cuando regresó del cementerio de enterrar a Mariano y es la misma sensación que tenemos ahora todos los hermanos alrededor del lecho de mamá. Para terminar y no ser muy extenso, quiero hacer público una característica de mamá que no olvidaré jamás: Siempre que rezábamos Laudes en casa, después de la extensa pero enriquecidora catequesis de papá y al hacer las oraciones y darnos la Paz, mamá estaba llorando de emoción y alegría, hoy ha sido al revés todos estábamos llorando emicionados, cuando hemos rezado todos a su alrededor el Credo, el Padrenuestro y el Ave María y ella tenía la cara de paz y alegría. Como ha escrito mi hermano Chema, gracias Dios mío, por los padres que me has concedido, por la fe y por todo lo que he podido vivir a través de ellos. HASTA PRONTO, MAMÁ......

6 de mayo

Hoy sí celebramos una onomástica, de gran calado, de gran significado.
Hace 17 años, un 6 de mayo, murió Mariano, el marido de Ana Mari.
Onomástica es la conmemoración de un nombre. Y el nombre es la persona, es el que la individualiza.
Hoy mi madre está naciendo para una nueva vida, con el mismo nombre, con la misma individualidad.
No voy a guardarme sus últimos momentos.
Será lo último que escriba.
Ayer estuvo muy agitada, casi enfadada, queriéndose quitar la máscara.
Le administraron cloruro mórfico y a pesar de ello, no logró tranquilizarse.
Ya el lunes pasado me había expresado con claridad su deseo de que la dejáramos morir en paz, que en nada temía a la muerte y que era consciente de que había llegado su hora.
Ha ido paulatinamente empeorando y se ha ido acrecentando su estado de agitación por efecto de las múltiples alteraciones metabólicas que tiene, por efecto de la herida y del dolor que ha ido creciendo y ya no frenaba la mayor cantidad de analgesia.
Ayer miércoles, porque no pudimos reunirnos todos antes, los hijos de Carmenchu estuvimos de acuerdo en que ya nada se podía hacer por ella, más que acompañarla en sus últimos momentos, en su último combate.
Esta noche ha estado menos agitada.
Pero cuando se ha visto despierta en su cama, ha vuelto la agitación.
Los médicos le han planteado que ya nada más podían hacer por ella y que si quería le darían la analgesia suficiente para evitarle los dolores, que se dormiría hasta que entregara su vida al Padre.
Ella con total conciencia ha aceptado esta solución terapéutica.
Y ha pedido que vinieran sus hijos, que quería despedirse de ellos.
Hemos sido convocados. Y hemos venido todos.
Tiene la entereza suficiente para ver quién falta y pedir que no la duerman hasta que de todos se despida.
Corre, Chus, llega rápido, que Yecla está a la vuelta de la esquina.
Hemos avisado a su hermana que ha estado con nostros tantos días.
Y a sus cuñados.
A las 12 de la mañana, a la hora del Ángelus, mi hermano Antonio ha empezado una celebración. Le ha dado la Unción de los Enfermos y ha comulgado, con conciencia, con entereza, entregando su vida a quien se la dio, habiendo apurado hasta el final el cáliz.
Luego, uno a uno nos hemos ido despidiendo de ella.
A todos nos ha bendecido. Poniendo su mano en nuestra frente, uno a uno, y haciéndonos la señal de la cruz.
Ahora esperamos que llegue Chus para completarnos. Y a continuación se dormirá hasta la Vida Eterna. En donde la esperan. En donde nos espera.
Adiós.

miércoles, 5 de mayo de 2010

5 de mayo

Hoy no celebramos ninguna onomástica ni ningún evento en especial. Es un día cualquiera.
Quiero proteger la agonía de mi madre, después de haber vivido en comunidad su enfermedad, en el silencio y en la soledad de quien está ultimando su postrera batalla con la muerte, que siempre gana.
Me siento orgulloso de ser hijo de mi madre.
Me siento orgulloso de haber recibido de su boca su voluntad.

Nosotros, sus hijos, hemos decidido solicitar de los médicos que hagan cuanto esté en su mano para darle la mayor confortabilidad posible en estos momentos en que ya no tenemos ninguna esperanza de curación.
No sin quebrarnos.
Estamos despidiéndonos de ella.

Hoy la está velando Carmen Montes, mi mujer, que como sabréis es médica y nos ayuda a ajustar con sus colegas el mejor tratamiento en estos sus últimos momentos de vida.
El fallecimiento de mi madre no tiene por qué ser inminente, pero puede producirse en cualquier momento.
Rezo cada minuto porque sea corta la hora.
Está sufriendo mucho.
Está muy agitada y con movimientos espasmódicos, queriendo quitarse la mascarilla.
Con un nivel bajo de conciencia
Pero nos conoce.
Y cuando el médico ha ido a verla esta noche y le ha preguntado que qué tal estaba, con la mano ha hecho un gesto de negación, claro como el sol de la mañana.
Os agradezco desde estas líneas vuestro interés y vuestro ánimo y vuestras oraciones..
Habéis sido de gran ayuda.
Y ahora, más que nunca, pedid al Señor por Carmenchu, para que, apurado su calvario, se encuentre feliz con Cristo resucitado, su Señor, en quien ha puesto su confianza.

Una hora corta

Esta tarde nos vamos a reunir todos los hijos de Carmenchu, en la capilla del hospital.
A las 19:15 horas.
No hay orden del día.
Solo reafirmar nuestro compromiso con la vida, celebrar la riqueza de dones que nos ha dado la vida, en la forma de unos padres que además de dárnosla, nos la han acompañado y defendido hasta la madurez y casi en el caso de alguno de nosotros hasta la vejez.
Tenemos un fuerte sentimiento de orfandad.
Esperamos el milagro de la vida, que cuando la semilla de la mostaza cae y muere, da mucho fruto, tanto que  se hace un gran árbol, tanto que anidan las aves del campo y a su sombra encuentran cobijo hombres y animales.
Así es mi madre. Una encina sostenida, en la mitad de la dehesa, con copa extendida, con alegre canto de ruiseñores en sus ramas.
Ayudadnos con vuestras oraciones. Vamos a decir que ante Carmenchu se abre una senda de gloria, después del calvario de sufrimiento en que está sumida sobre todo en estas últimas jornadas.
Ayudadla con vuestras oraciones a combatir el último combate, ella que está llegando, exhausta, a la meta.
Porque hasta ahora ha combatido bien su combate. Ha permanecido en la fe.
Que sea una hora corta.
Porque hasta aquí la jornada ha sido muy larga. Y el jornalero merece su descanso. Y su paga.

En su estado de salud no encontramos ningún signo de mejoría.
Aunque con la ayuda de la máquina satura y con la ayuda de la digitalina tiene 70 pulsaciones por minuto y con la ayuda de los antibióticos no se muere de la infección y con la ayuda de los diuréticos orina.
Nada come.
La analgesia no es suficiente. Ni el nolotil, ni el paracetamol, ni siquiera el cloruro mórfico le hacen relajarse.
Está en un estado de agitación permanente.
Y consciente.
Tanto que nos ha dicho qué es lo quiere.
Es una gran mujer.
Sin pasión de hijos.

martes, 4 de mayo de 2010

Hoy hemos adelantado poco

Estos últimos días vemos que la salud de Carmenchu va paulatinamente deteriorándose.
Algunos datos son muy significativos.
Necesita cada vez más analgesia. Han tenido que empezar a suminstrarle cloruro mórfico. Las heridas están mal. Los médicos no han podido retirarle el CPAP, pues se desatura rapidísimamente (esto quiere decir, que no le llega oxígeno a los pulmones cuando no le insufla el aparato). Se ha negado a comer nada. Y los datos médicos nos señalan una situación que ellos nos dicen que es irresoluble. Se mantiene el tratamiento antibiótico y ya va por su 10º día sin que remita significamente la infección de sus heridas, pues ya os he comentado que la posible solución quirúrgica dadas las las condiciones de Carmenchu es impracticable.
Nos enfrentamos, pues, a un continuo deterioro de mi madre. Y probablemente rápido.
Pero os digo una cosa: su fuerte ánimo, aun en la extrema debilidad, el dominio de su universo, que ahora se circunscribe al espacio en que yace, pero a sus límites no llegan ni el noto, ni el ábrego, ni  el cierzo, ni el levante, ni siquiera los huracanes, quiza sí la leve brisa de la presencia del Espíritu, la que le hace esconderse, como Moisés, en la grieta de la montaña, mientras pasa;  la gestión que ha hecho de su enfermedad, sus prioridades, su aceptación del acontecimiento (la caída, el accidente) y sus consecuencias (su parálisis), su valentía y sus ganas de vivir, perduran y perdurarán más allá de nosotros y de estas líneas.
Como en alguna ocasión anterior he escrito, nos sigue dando lecciones de humanidad, de maternidad.
No nos deja ni dinero ni joyas ni posesiones materiales. Su muerte no nos hará ricos de dineros. Nos hace ricos en humanidad. Y nos lega su fe, sujeta y arraigada, encarnada en su existencia. Nos lega su vida.
Nos lega lo valioso.

lunes, 3 de mayo de 2010

Una cucharada de compota

Con un poco de azúcar esta píldora que os dan...
Dos cucharadas peleadas de compota entre varios noes rotundos y un sois muy mandones, un trabajo hercúleo eso de tragar una cucharada, una cerrazón del espacio que alimenta la vida y un esperar...

Con un poco de azúcar...

¿Con qué glucógeno hace mi madre sus mitosis para seguir estando viva?
¿De dónde saca su fortaleza?
¿En qué para su energía?

Solo ha tomado dos cucharadas de compota.

Y

Está cantando.
La acompaño en su canto.

Está muy cansada y no hay ningún signo de mejoría.
Está muy cansada.

Telegráficamente

Esta noche Carmenchu ha dormido, prácticamente, de un tirón.
¡Por fin!
Recordad: "Si duerme, se curará".

Me voy a trabajar.

domingo, 2 de mayo de 2010

El día de la madre

Hoy 2 de mayo, domingo, el primer domingo de mayo, se han inventado una celebración. El día de la madre.
Cuando yo era niño, y la sociedad no estaba tan secularizada, la fiesta de la madre era el 8 de diciembre, la Inmaculada Concepción.
Ahora lo celebramos en mayo.
Aunque la maternidad está siendo cosificada, legislada, dificultada, incomprendida...
Pero todos tenemos madre.
Es más bonito.
Es un gran negocio.
Pero la profundidad del misterio, el regalo de la mujer enfrentada al dragón, con la luna bajo sus pies y por corona, doce estrellas, la imagen de la madre defendiendo al hijo que sale de sus entrañas y que va a ser devorado en cuanto nazca, no lo tiene ni por pálido reflejo ninguno de los más maravillosos objetos o las más maravillosas creaciones, por muy raros y apreciados que sean, que pretenda alguien venderte.
Porque hoy, en el día de la madre, veo a la mía asociada a la Virgen María, combatiendo con el dragón (no sabéis qué llamaradas de fuego echa por la boca y como duele la ponzoña del agujón de su cola), defendiendo a su hijo, defendiéndome de la tristeza, de la amargura, del sinsentido, en que estoy permanentemente tentado a caer, como siempre ha hecho.
O sea que sigo recibiendo de ella mucho más de lo que le doy.

Quiero hacerle un regalo y os necesito.
Quiero construirle un libro de fotos, de las fotos de su vida. Me lo ha mostrado mi sobrina Amparo. En un sitio que se llama Hofmann (no llevo ninguna comisión en ello).
Quiero recopilar fotos suyas que no conozcamos, que tengáis por ahí perdidas o hayáis sacado con ocasión de algún evento en el que estuvieran mis padres. Porque quiero tener material para hacerle algo inesperado y original (bueno, ya sé que es poco original lo de las fotos; lo original es que sean nuestras fotos). Escaneadlas y mandádmelas a la siguiente dirección de correo electrónico:
Trataré de colgarlas en Flickr para que también podáis difrutralas. Ya enviaré el link.

Por lo demás acabó la noche como la empezó, despierta.
Durante el día también ha estado despierta, y muy cansada.
A las tres de la mañana me pidió que le dijera a Antonio que le celebrara misa y la ha celebrado con ella a primera hora de la tarde con alguno de mis hermanos.
También me pidió que le cantara Eres hermoso. Nos reímos un rato, porque cantar, lo que se dice cantar, yo no canto, yo acompaño o produzco discanto. Y si me dejan solo ante una nota, doy las antípodas, pero seguro, como si fuera un graznido. Aunque me dicen que la voz no la tengo mala.
Bueno, pues con estos mimbres hemos hecho un cesto informe, un canto que más que canto era recitativo, acabado en un arpegio mal dado. Me ha mirado con cariño.
Ya sabes Juampe, lo que se te demanda. Un CD calentito para Carmenchu.
Nietos, conseguid cantos cantados por vosotros para la abuela. La alegrará. La tranquilizará. A lo mejor, la música y la oración acompasada consiguen hacerla dormir.

Hoy espero que pase mejor noche y que descanse algo. Que logre desconectar algo. Que pueda dormir algo.

De guardia

No hay ninguna noticia novedosa respecto de la evolución del estado de Carmenchu.
He relevado a Javier.
Ha pasado un día bastante aceptable, dentro de lo que es esto.
Lo más molesto ahora es que el velcro de la mascarilla se suelta con facilidad y el aire a presión sale de su prisión y hace lo que sabe, expandirse por la habitación, y hurtar expansión a sus pulmones.
De tanto en tanto se inquieta. Signo de que necesita analgesia.
La herida de la espalda sigue estando infectada y la escara del coxis tiene mala pinta.
Alterna el paracetamol y el nolotil intravenoso.
Hoy sábado ha tenido bastantes visitas.

Ha estado con Gloria, con quien tanto ha compartido, en estos momentos en que José Miguel está también tan  grave.
Ha venido también mi suegra Menchu y mi hijo David y estaban Chus y Maria José y sus hijos.
Antonio le ha dado la comunión.

La noche está siendo de concertino. Las cinchas del CPAP que sujetan la máscara a la cara siguen desgastadas y se descolocan con facilidad y le molesta el cuero cabelludo.
No ha logrado dormirse. Nada en lo que llevamos de noche. Y no tiene pinta de que se duerma.
Y se mueve, y el dedal que la sujeta al aparato de medición de la saturación se le cae a menudo y la maquinita chirria su alarma, alarmándola más que nada. La he desconectado de acuerdo con su enfermera.
¿Estoy mejor?, me pregunta.
Se escucha el ruido regular de la máquina que insufla el aire a presión en los pulmones de Carmenchu.
¿Tienes frío, reina mora?
No, pero échame otra manta.
Pero, ¿tienes frío?
Tengo frío en los pulmones.
Radiando desde el hospital
Una noche a las 4 de la mañana.

sábado, 1 de mayo de 2010

En mayo, floreciendo...

En mayo, floreciendo
la campiña, los huertos y los prados
y todos bendiciendo
a su Hacedor, prendados
de su belleza y dones derramados.

Mirad cuánta hermosura,
cuánta vida y color acumulado
mirad cuánta ternura
y amor nos ha mostrado
que siempre, siempre ha estado a nuestro lado.

El ánimo ya alcanza
la alegría y valor de su Victoria
y, llenos de esperanza,
se queda en la memoria
la certeza en la cumbre de su Gloria.

Carmenchu nació en mayo,
en mayo celebramos a María.
María ha sido el tallo
del que brota potente cada día
nuestra fuerza, consuelo y alegría.

(para Carmenchu).

Dos ángeles

Mi hermana Mayte estuvo con ella mientras celebrábamos la fiesta de Luis y Paloma.
Mi hermana Ana la sustituyó y le llevó el eco y el color de la celebración.


Ángel significa mensajero.

Este trío de mujeres son las co-protagonistas (recordáis, primeras en la lucha) de la noche.

Y estos son sus créditos.

Dos rosas blancas

Ayer hablé de las rosas juanramonianas.
En la celebración de las bodas de mis hermanos, en el momento del ofertorio de la misa, a nadie se nos escapó un detalle: un desfile interminable se acercó adonde estaban sentados sus padres y uno a uno entregaron a Paloma quince rosas rojas, sin par, iguales, con sus matices, con sus pétalos abiertos, reventados de color, que conformaron un ramo que Paloma dejó sobre su regazo.

Y dos rosas blancas.

Y tampoco a nadie se nos escapó cómo Paloma abrió su ramo y le dio a Ana Mari esas dos rosas para que se las llevara a Carmenchu.

Hubo ayer mucha emoción.
La celebración fue preciosa.
El ágape (en toda su polisemia), para imitar.
Me reencontré con mucha gente que hacía tiempo que no veía.

Pero al ramo de rosas le faltaban las blancas, que viajaban, aladas, hasta el lecho de Carmenchu, como un símbolo, un tributo de mis hermanos.
Si JRJ hubiera conocido lo que vale una rosa.
Gracias, Luis y Paloma, e Ignacio, Débora, Luis, José María, Paloma, David, Javier, Carlos, Marta, Jesús, Jacobo, Miguel, Pablo, Antonio y Carmen Elisa, por enseñarnos el valor de una rosa.

viernes, 30 de abril de 2010

Se acaba abril

Leo el comentario de mi amigo Quique. Le llamo por teléfono. Las lágrimas corren por mis mejillas.
Pero hoy también es día de vida y esperanza.
Hoy mi hijo David, que es un regalo inmenso, como todos nuestros hijos, sin excepción, cumple 17 años.
Hoy celebran sus bodas de plata mis hermanos Luis y Paloma.
Hoy celebramos también la Vida que ha creído Carmenchu, que nos ha transmitido Carmenchu.
Ahora que se apaga.
Ahora que se acaba.
Abril.

No os preocupéis por lo que he dicho antes, es solo la necesidad que tengo de expresar lo que sin poesía no puedo hacerlo.

El mes de mayo será un mes de plenitud, de flores, de alegría.
¡Con lo que ha llovido!
Con la cantidad de lágrimas que han corrido.
Riegan el tiesto en donde crece la celinda, la albahaca y la hierbabuena. Y un rosal, no sin espinas, se lanza hacia el infinito con rosas juanramonianas. No le des más vueltas. Porque así son estas rosas que crecen en mi tiesto.
Y se abrirán y nos darán su tributo. Estoy seguro.

Al margen de todo esto, que casi es una confesión, más que un comentario, deciros que hoy ha pasado una noche tranquila. Ha dormido mucho.
Y sigue despejada de mollera.

jueves, 29 de abril de 2010

Ya es tarde

Otros días fluyen las ideas y se agolpan las palabras, que salen a borbotones o de corrido; relees y vuelves a releer para ajustar tu expresión, lo corriges, y siempre se te escapa alguna errata.
Hoy siento que todo esto ha sido una monumental errata, y me imagino pulsando la tecla "back-space" o "retroceso" por otro nombre y me retrotaigo a la primera entrada del 26 de marzo y me veo escribiendo un blog sobre las TIC en la docencia y que todo esto ha sido un sueño.
Pero lamentablemente no es así. No hay vuelta atrás. No hay ensoñación y sí muchos sueños quebrados
La situación es la que es y en esa situación está Carmenchu, sola, por mucho que la arropemos.
Y se llena mi alma de agujeros.

Hoy es heredero de ayer.
¿Parte médico? Mejor no hablar porque sucede a la insuficiencia cardiorrespiratoria, una fibrilación auricular, alteraciones metabólicas en el sodio y el potasio y la sepsis.
Todo gravísimo.

Pronóstico.
Me lo reservo.

¿Y su espíritu?
No he visto mujer más entera en el sufrimiento que mi madre.
Ha tenido sonrisa para mis dificultades y además comentario. Me dice : "¡Ánimo!"
¡Ánimo! ¡Ella a mí! No me lo invento. Estaba presente mi hermano Antonio. ¡Ánimo!
Ánimo es pariente de tener alma.
Y eso lo tiene grande.
Tiene un alma grande.
Como mahatma, que eso significa.

Es tarde.

Rezad para que se cure, por favor.
Y sobre todo rezad para que el Señor la sostenga, tanto si se cura como si no.

miércoles, 28 de abril de 2010

Acabo de llegar del hospital

Hace un rato.
Ver el último cuarto de hora del partido en que perdió la eliminatoria el Barça y nada, aquí estoy de nuevo, en absoluto compungido por ese hecho; ni tampoco por el contrario. Al final el mundo sigue funcionando como cuando los romanos: danos pan y circo, que nada más quiere el estómago, que es la viscera más terrenal de todas: una cocina ambulante por una parte, y el alarido informe y emotivo, expresión de lo más atávico primitivo del hombre. Creo que el cerebro no se alimenta mucho de césped y de balón.

Mi mami me ha conocido, también ayer, pero hoy me ha hablado, ha sonreído, poquito, que se la entiende poco tras la máscara de astronauta que tiene puesta. Es un respirador no invasivo, se llama CPAP, y tenéis alguna imagen en el siguiente enlace: http://www.solostocksargentina.com.ar/img/mascara-para-cpap-serenity-devilbiss-376319n0.jpg.
Los médicos nos han dicho que está mejor, lo que se ve a simple vista.
No se ve a simple vista que continúa con una infección de la herida quirúrgica que solo tiene tratamiento quirúrgico, pero en las condiciones actuales es imposible reintervenir.
Sigue con antibioticoterapia con el objeto de controlar la septicemia que tiene.
Si aguanta y no entra en insuficiencia renal vamos bien.
Es un camino erizado de trampas escondidas, de minas sin marcar, de riesgos incalculables.
Pero ahí sigue.
Le preguntamos si le duele y nos dice que no, que no le duele.
Hasta mañana.

SMS

6:03 am
-¿Que tal la noche?
6:05 am
-Tranquila.

martes, 27 de abril de 2010

27 de abril.

Hoy martes la situación es semejante a la de ayer.
Mamá sigue muy malita.
Tiene infección en la herida quirúrgica, de la que le han hecho un cultivo para determinar cuál será el mejor tratamiento.
Se descarta una reintervención, aun cuando fuera necesaria, porque no podría soportarla.
Le han hecho una placa de tórax (no hay aparato de Rx portátil y el traslado hasta Rayos ha sido complicado) y no tiene un derrame pulmonar significativo. Parece que hay algo de líquido, pero no una cantidad importante o significativa.
No obstante, su respiración sigue asistida por un aparato que le inyecta aire a presión.
El nivel de conciencia es bajo. Se sobresalta con facilidad y se la nota incómoda, aunque la sensación que nos produce, en boca de los médicos, no se correlaciona con lo que realmente puede sentir, porque está bastante desconectada.
Pero a nosotros nos parece un mundo.
Seguimos confiando en vuestras oraciones.
Sabed que queremos a nuestra madre con todas las potencias del alma.
Por si no se había notado antes.
Es una declaración pública de amor.

lunes, 26 de abril de 2010

La lucha por la vida

Hoy no tengo buenas noticias.
Carmenchu tiene una infección de la que no conocemos todo el alcance. Tiene infección de orina; también se le ha infectado la herida quirúrgica y una escara que le ha salido en la espalda también está infectada.
Tiene un tratamiento antibiótico fuerte 
La función respiratoria esta también seriamente comprometida.
Ella se encuentra mal, con sufrimiento, incómoda, respirando lo que puede, gracias a un aparato que le insufla aire de forma regular.
Sigue consciente, pero no habla.
Nos conoce y se comunica, poco, sobre todo con la mirada.
Ha sonreído a su hermana Ana Mari y a su ciberbiznieto Sebastián, el escritor.
En estos momentos, más que nunca, estamos colgados de vuestras oraciones.

domingo, 25 de abril de 2010

Al despertar...

... me saciaré de tu semblante, Señor.

Chema es un auténtico poeta. Carmenchu es una luchadora resistente e irresistible. El Señor es un Guerrero Poderoso.

A las 7 de la mañana nos hemos presentado en la habitación Mari Carmen y yo. Carmenchu, roncando; Chema, amodorrado. ¡Pobre! Breves palabras con la enfermera de guardia. Continúa la resistencia. Una cierta mejoría desde anoche: ha bajado la fiebre, la saturación de oxígeno mejor y al fin ha podido descansar. La primera vez en un mes que duerme 6 horas seguidas. Todo un avance. Hablamos con Chema, que está sorprendido de nuestra llegada. Le relevamos. Agradece poder evitar la Marathón madrileña, que empieza a las 8, y el atasco. Se despide de Carmenchu con un amorosísimo beso en la frente mientras ella duerme.

Una hora después, ya amanecido, abre los ojos. Nos mira, nos reconoce, nos sonríe. Le enseñamos una maceta con tulipanes de nuestro jardín, que le habíamos llevado y se alegra. Los contempla. Vuelve a sonreír y recita de memoria unos versos:

"Estas flores del campo, que ayer cogí,
las he metido en agua y son para ti".

Las flores están en tierra, pero da igual. Está lúcida, coherente, descansada, contenta, sonriente.

Recuerdo el comentario de Antonio ayer, sobre las palabras de los discípulos, cuando Jesús les dice que Lázaro está dormido. Dicen: "Si duerme, se curará".

Si Carmenchu duerme, se curará.

Ha empezado a llegar gente: Chus y Pepe, Ana Mari con la tía, Mayte con su hijo Marcos, Antonio con la comunión, Miguel y Almudena. Más tarde, un grupo de hermanos de nuestra comunidad. Ha recibido la comunión con unción y alegría. Iba conociendo a todos y se iba alegrando más y más. Al ver a Luis le ha preguntado por su hijo Miguel y por Ana. Ha hecho bromas y nos hemos reído todos.

No sé si esto será una de las cimas de la montaña rusa, pero hoy... es lo que hay. ¡Bendito sea Dios!

La luz del domingo, signo de Cristo Resucitado, y la presencia de los hermanos, la ha envuelto y la ha saciado.

¡Ánimo Carmenchu! ¡Resiste! El Señor te sostiene. Y nosotros, un poquito, también.

La luna

La luna con su polisón de nácar inunda de plata la estancia.
La noche con su profundidad de nada nos envuelve, a ti y a mí, con su procelosa magia.
La sombras se alargan, se expanden; los sonidos amenazan.

Me arrullan tus ronquidos, tu dormir entrecortado, enmarcado en un ritmo arrítmico, piii, piii, piii, piii, silencio, pi, pi, pi, rápido, pipipi, más rápido, me levanto, te mueves, te agitas, pii, pii, pii, vuelve tu ronquido regular, piii, piii, piii,
¡Qué largas son las horas!
Me vuelvo a sentar y sigo mirándote entre palabra y palabra.
Piii, piii, piii. Silencio.

Entre la una y las tres has estado muy agitada.
Durante toda la noche no has dicho nada.
Has estado peleando contra gigantes, que eran molinos de viento. Un viento que insufla tus pulmones trece veces por minuto, trece saturaciones peleadas, con tu boca abierta al aire porque, sola, sin ayuda, no lo alcanzas.
Llega la aurora. Y yo me voy y tú te quedas.
Quiero que se venga conmigo la dama del alba.
Y que se quede contigo el semblante de la mañana.
Y así, al despertar, sáciate de la luz que disipa la luz reflejada.


sábado, 24 de abril de 2010

Fortaleza

Hoy es sábado 24 de Abril. Hace un año que Pablo se casó. Hace 29 que Pablo nació. Cuando Pablo tenía un mes, tuvo, ¿os acordáis?, una neumonía aspirativa. Le produjo una septicemia, que estuvo a punto de dar al traste con su vida sin apenas haber vivido. Pero los cuidados de la UCI del Gregorio Marañón, primero, y los de su madre, después, lo mantuvieron con nosotros. Y la fortaleza. La de su naturaleza y la de todos los que rezaron y lucharon junto a él. Tenía un mes de vida. Eran órganos de un mes. Hígado, pulmones, riñones recién formados, con toda una vida por delante.
Hoy mamá está peleando su combate, una vez más. Os acordáis, seguro que sí, de su quimioterapia. Para mí, la imagen más presente es en el Pilar de la Horadada, en aquella urbanización donde Juanjo y Pilar tenían el chalé. Era Agosto. Linde entre Alicante y Murcia. 40º a la sombra, y mamá con chaqueta de lana y manta encima de las piernas. "Esta quimioterapia te quita la vida". No sé si curará el cáncer, pero te quita la energía hasta que no tienes más. Corriendo a Murcia al hospital Virgen de la Arrixaca, que se nos va la vida, que se nos va la madre. Y después, sin defensas, en ambulancia a Madrid, con papá al lado, ¡cuánto sufriría hoy! Y la fortaleza de una mujer que yo veía a mis cuarenta, por primera vez luchando, venció. Y venció al cáncer.
Y después se destrozó el hombro. ¿Volveré a conducir, doctor? ¡A ver señora, ¿Vd. conducía antes de que le explotará su hombro?-Ya lo creo-. Pues entonces volverá a conducir (jeje, con ochenta años...) Y condujo. ¡vaya si lo hizo! Igual que lo había hecho siempre. ¡Pista Carmenchinica! Papá disfrutaba al lado de "La Conductora". Pista. 130 en el R6.
¡Qué fortaleza!
¡Eres la mujer más fuerte que conozco!
Bueeno... empatas con mi mujer, ¡que es mucho tomate!
¡Cuánto sufrimiento llevamos estos días! ¿Llevamos? No es nada comparado con el que lleva Ella. ¡Y cuánta fortaleza!

Una montaña rusa

¿Habéis experimentado alguna vez el vértigo producido por haber bajado por una pendiente del 60%, que os catapulta a un valle, y, después de haber llegado con todas las vísceras en la boca, el vagón sube pausadamente, tric trac, mientras tú recuperas el resuello, tranquilamente, sabiendo que cuando llegues de nuevo a la cima, al cenit de tus aspiraciones, tranquilo, con 70 pulsaciones por minuto, te van a volver a tirar de nuevo al abismo?
Este vaivén, este sobresalto continuado, esta montaña rusa está instalada en nuestros corazones.
Porque si hoy resucita, y esta resurreción nos sitúa en la esperanza y caminamos por las alturas, una noche, una caída, un descenso no esperado nos lleva a perder de nuevo la sonrisa y a asumir de nuevo la terrible gravedad de mi madre.
Y ahí nos debatimos, entre la alegría de su mejoría y la alarmante llamada del hermano que está de guardia, que dice: ¡Venid, que está muriéndose!
Pocos han aguantado tanto.
Ahí sigue debatiéndose.
De nuevo el pulmón está dando guerra. De nuevo está en insuficiencia respiratoria, De nuevo tiene un edema generalizado. Y ya no tenemos la UCI a nuestro alcance. Ya os dije que lo más que pueden hacer en la UCI hemos decidido no hacer. No vamos a conectarla a ningún aparato para que no sepamos cuándo hay que desconectarla.
Queremos que esté con nosotros.
Pero hasta cuando diga su cuerpo que ha llegado.
Mientras sufrimos al verla sufrir.

Pero continua el milagro. Cada día que pasa, Carmenchu sigue peleando por su vida, como siempre. Su vida, toda su vida, ha sido una victoria del Altísimo.

Como veis, no hay tres días iguales.
Segumos confiando en vuestras oraciones.

viernes, 23 de abril de 2010

Continúa el milagro

En el evangelio de este último Domingo de Resurrección escuchábamos que, cuando las mujeres van al sepulcro de Jesús, se encuentran con dos hombres que les preguntan: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está Vivo? No está aquí, ha resucitado". Y también, en uno de los días de la octava, se narra en los Hechos de los Apóstoles, la curación de un paralítico de nacimiento por medio de Pedro y Juan. Cuando el pueblo, maravillado del hecho, se agolpa en torno a ellos, Pedro afirma con rotundidad que no es por su propio poder o piedad por lo que éste puede caminar, sino por el Poder de Aquél que ha resucitado a Jesús de entre los muertos. La fe en su Nombre es la que ha restablecido a éste ante vuestros ojos. Le ha rehabilitado.

Carmenchu hoy entra para su rehabilitación en otro hospital, el de Canto Blanco. Si alguno fuera a la UCI de La Paz hoy y preguntara por ella, le dirían: "¿Por qué buscáis entre los paralíticos a la que camina? No está aquí, se está rehabilitando.

Apenas he recibido la noticia de Mari Carmen por teléfono cuando llegaba a casa del trabajo, no he perdido ni un minuto en transmitirla a "sus hermanos" (vía sms). Id a Canto Blanco, allí la veréis.

Carmenchu camina. Camina hace muchos años detrás de Jesús Resucitado. Hoy lo seguirá haciendo en una silla de ruedas, pero camina detrás del Señor.

¡Ánimo Carmenchu! El Señor ha actuado, sigue actuando y seguirá actuando en nuestro favor, todos los días.

Una victoria del Altísimo

Precipitó en el mar caballo y caballero.
Este año la Pascua de mi madre ha sido rotunda.
Ver a la orilla del mar Rojo a los guerreros de Faraón, sus caballos y sus carros, anegados, rotos, inútiles... todo símbolo de fortaleza, toda la tecnología al servicio del dominio, de la esclavitud del hombre yace a los pies inútiles de una mujer que anda por senderos de gloria y majestad. Porque alguien ha salido de la fosa y nos lo ha contado y ha abierto una era de gracia para el ser humano, que vive angustiado por el miedo a la muerte.
Las coyundas, los yugos de la muerte han sido quebrados y yacen a los pies inertes de mi madre.
¡Ha salido de la UCI!
La trasladan a una cama de rehabilitación en el Hospital de Cantoblanco.
Ahora toca un paseo por el desierto.
Así es el Éxodo.
Estamos contentos.

jueves, 22 de abril de 2010

Un trono

¿Desde dónde se gobierna el mundo?
Esta tarde, cuando he llegado a la UCI me he encontrado a mi madre sentada, con las piernas extendidas, tapada con una sábana, conectada a unas gafas nasales.
Era una reina.
Miraba con ojos somnolientos a la puerta por donde entrábamos, enfundados en nuestras batas verdes y con calzas, Luis y yo.
Tenía puesta la tele. Le habían colocado Tele5. Un tipo indeseable estaba regurgitando las aventuras de bragueta de alguna gentecilla, dicen que famosos, sin otra historia más relevante, como siempre, que no hacen otra cosa, oiga.
Hemos puesto cada cosa en su sitio. Fuera televisión y espabila, reina, que nos tasan el tiempo y este sí que fuye, a uña de caballo. Le he leído algunas de las cosas que escribís en este cuaderno. A mí me emocionan... Ya sabéis que soy de lágrima fácil. Ella es más pétrea, más dura, y sin embargo sensible (sin exagerar, que las lagrimicas se las guarda para ella sola).
Ha sonreído cuando Luis le ha enseñado las fotos que han tomado de su reciente viaje a Roma a la audiencia de Benedicto XVI. Logró que alguien acercara a su pequeña Carmen y el Papa la ha besado. La secuencia de fotos le ha emocionado y ha sonreído, francamente ha sonreído.
Quiere dientes, pero no su actual dentadura; quiere implantes... ¿Costará mucho?, dice. ¿Será ese un problema?, le decimos. Experiencia tenemos de que siempre se sale, es cierto que con precariedad, pero siempre hay puertas que se abren.
Al poco, casi sin empezar la visita, nos despachan, que ya es la hora... ¡Qué rápido se pasa!
La hemos dejado con la peli del oeste de TeleMadrid.
Creo que estaba deseando dormirse.
Hasta mañana, mamá.
¡Que descanses!

Jueves, 22 de abril

Hoy por la mañana he hablado con Carmenchu por teléfono.
Ha sido Antonio quien le ha puesto el auricular a su oreja cuando le he llamdo.
La he notado cansada. ¡Cuánto cansancio! Tiene ganas de dormir y no puede hacerlo a gusto en la UCI. Por la noche no es capaz de conciliar el sueño.
Por lo demás Antonio me ha dicho que respiraba bien, que tenía buenas saturaciones y que el médico ha comentado que de momento iba bien.
No sé más.
Ahora salgo de casa y voy al hospital, que hoy me toca entrar.
Le daré un beso de parte de todos vosotros.
Será un beso GIGANTE.
Luego cuento más.

miércoles, 21 de abril de 2010

Más primavera

Hoy por la tarde han caído algunas gotas, con una temperatura en torno a los 20 o 21º, un día variable.
Variable es una palabra curiosa, como lo son todas. Es un sustantivo (de hecho es adjetivo y sustantivo) que significa algo que varía o que puede cambiar o inestable o magnitud que puede tomar valores dentro de un conjunto. Ved lo que dice la RAE.
Pues variable es la situación de Carmenchu. Carmenchu es una variable.
Que resucita.
Ayer comentaba que la veíamos agotada, con poquísimo fuelle, con saturaciones bajas, a pesar de que la hubieron drenado el pulmón.
Hoy, ¿sorprendentemente?, ha estado despierta, animada, alegre. Le han cantado mis hermanos cantos que la han reconfortado. Se ha alegrado con su hermana Ana Mari que ha venido de Pamplona.
La médica nos ha dicho que estaba mejor.
Sigue reservándose un pronóstico, porque no sabe en qué o cuándo va a parar esto.
Ella sí. Dijo, palabras textuales, que en el cielo. Con todo su acento. Con toda su significación. Porque estar contigo es siempre lo mejor.
Varios episodios de encharcamiento del pulmón se han sucedido, lo que indica que hay daño.
Pero cuando nos dicen que se agota, que se apaga como una velita, que no puede con su alma, digo con su cuerpo, va y le hace caso a su sexto biznieto, a Sebastián, y se pone mejor.
Cuando ya lo dábamos todo por perdido.
Cuando pensábamos que ya no tenía posibilidad de mejoría.
Cuando ya todo señalaba que no podía... Ha podido. Sigue pudiendo.
Una feliz variable.
Se nota tanta oración.
Seguimos peleando, rezando, pidiendo por la curación de Carmenchu.

martes, 20 de abril de 2010

20 de abril, primavera.

Hoy en Madrid ha hecho, por fin, un día primaveral. Soleado sin ser caluroso. Hay algunas nubes y la luz es cada vez más cenital, más potente, más irradiante.
A Carmenchu la han levantado de la cama por primera vez. Estaba sentada, con su mascarilla, cuando han llegado mis hermanos Mari Carmen, Javier y Antonio. Con ellos ha estado hablando. Está muy cansada, fatigada, en la misma situación de ayer, aunque los indicadores de saturación estaban mejor.
No tenía ya drenaje pulmonar. Se lo ha debido quitar inconscientemente esta noche o quizá lo haya rechazado.
Siguen controlándole radiológicamente la evolución del pulmón.

¿Esto significa mejoría?
Cada día que pasa con nosotros ya es para mí una mejoría.
Ya he comentado los versos de Antonio Machado, hacia la luz y hacia la vida, un milagro de la primavera.
Un milagro es que esté viva.
Un milagro es que siga teniendo ganas de seguir estando viva.
Un milagro es la aceptación de estos acontecimientos sin rebeldía.
Un milagro es la vida.

Vamos todos a encontrarnos con Ella.

Hoy es el vigesimoquinto aniversario de bodas de Luis Ángel y Paloma. Están en Roma junto con sus quince hijos y la única nuera que de momento tienen, que mañana les recibe en audiencia el papa Benedicto XVI, con tal motivo.
Desde aquí sus hermanos y yo les felicitamos y sabemos que tienen tan presente a mamá, tanto que tenía billete para hubiera ido con ellos en este viaje, y que lo que estarán notando es sobre todo su ausencia.
Pero estamos todos unidos en la oración.

No dejéis de apoyarla en este trance.

lunes, 19 de abril de 2010

Ya no me queda retórica

La realidad es cruda y las noticias no son buenas.
Carmenchu ha superado muchas cosas.
Pero el pulmón tiene daño, mucho daño.
Ayer por la tarde le han vuelto a drenar la cavidad torácica.
Los hermanos estamos tratando de escudriñar entre las noticias médicas algún atisbo que nos haga estar optimistas, pero no lo estamos.
Nos han señalado sus médicos y lo tenemos claro que los cuidados de la UCI ya no le aportan nada especialmente productivo o curativo.  Esperamos, pues, que la saquen de la UCI para que podamos estar con ella las 24 horas del día.
Continuará el tratamiento, que básicamente es drenar el líquido del pulmón, aportar mascarilla de oxígeno y esperar, si Dios quiere, que ese pulmón remonte.
Este daño parece que no ha sido provocado por la rotura de la espalda, sino por el traumatismo torácico que se produjo al caer hacia adelante, al rebotar contra la barandilla, para después quebrarse la espalda.
Lo tiene difícil, pero sigue haciendo proyectos.
Voy a vivir en tu casa, Antonio, ¿verdad?
Ha preguntado por ti, Silvia.
Ahora más que nunca, rezad por ella.

domingo, 18 de abril de 2010

Tercer domingo de Pascua

Pedro, ¿me amas?
¿Es una pregunta retórica la que hace el resucitado al amigo que le ha negado, que le ha traicionado?
Señor, tú sabes que te amo.
Carmenchu sigue en la UCI.
Y recibe hoy la misma pregunta.
Carmenchu, ¿me amas?
Mañana os diré qué contesta.
Yo, por mi parte, solo puedo decir lo que Pedro: Señor, tú lo sabes todo. Sabes que te amo.
Aunque a veces cuesta decirlo. Como a Pedro.

Esta mañana no la han levantado.
Dice mi hermano Antonio que la ha encontrado muy fatigada.
Pero no hay noticias alarmantes, de que haya empeorado.
Es que ya lleva tres semana de UCI. Y es mucha tralla.
¡Forza, Carmenchu!

sábado, 17 de abril de 2010

Anti-Trendelenburg

Carmenchu estaba articulada, 30º articulada, en una cama articulada, que puede llegar casi hasta los 90º.
Vamos a ver si me explico: imaginaos una cama sin almohada, rectita ella. Son 180º se mire por donde se mire, un angulo llano; vamos, una llanura de ángulo. O sea sin ángulo. Ahí sin moverse. Resultado: respirar por branquias. Hasta la UCI. Dos litros de sangre se extraen del pulmón. ¿Qué hacemos con ella? Hasta que el cuerpo aguante. (Eso fue del viernes 26 al domingo 28).
La colocan en una cama especial. Una cama recta, sin articulación. Esa cama recta, recta del todo, la inclinamos un poco, cabeza para arriba, piernas para abajo, en la posición llamada anti-Trendelenburg... (ver la entrada del ayer viernes 16). Mejoramos hasta la operación. (Viernes 9 de abril, dos semanas después del accidente). Salvamos la operación solo con una complicación, gorda eso sí: otra insuficiencia respiratoria que nos deja en suspenso y con el alma en vilo. Le sacan un litro y medio de derrame, que le había colapsado el pulmón ¿derecho? No lo sé. Uno de los dos, fijo.
Sale adelante.
Entre medias cambio de UCI.
Sigue con ese Trendelenburg, alemán él, que parece que son amantes. Juntos en la misma cama. A sus 83. ¡Vaya con la madre!
Pero hoy ya se ha ido ese señor a paseo. Ha vuelto a la Wikipedia (http://en.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Trendelenburg).
Hoy han empezado a movilizarla. Esta mañana estaba sentada en la cama, no echada; sentada con una inclinación de 30º y ascendiendo como los submarinos que emergen del abismo.
¿La habrán encontrado Ana y Mayte esta tarde en una silla, sillita la reina?
Si no es hoy, será mañana.
Pero sigue muy cansada, agotada.
Come poco.
Tiene buenas saturaciones, pero si se le quita la mascarilla, baja. Hay que seguir vigilando.
Pero ya nos estamos planteando el siguiente paso: salida de la UCI e inicio de la rehabilitación.

Ahora bien, me pregunto yo: ¿cómo ha llegado hasta aquí con la cabeza clara, con la conciencia tranquila, con la aceptación de su sufrimiento, de su invalidez, sin deprimirse y sin decir ni una vez que quería morirse ya, que la dejaran en paz? ¿Cómo es posible que esta mujer no se haya deprimido hasta los tuétanos, y siga con ilusión el devenir de los acontecimientos? ¿Cómo es posible que cuando le he dicho que va a tener que aprender a bailar fox en silla de ruedas, me diga con una sonrisa que no diga tonterías? Y de verdad que no se las digo, que mi profe Maika dice que en el baile es el único sitio en el que manda el hombre, y pienso bailar con ella una fox, que me salió ayer de miedo, y pienso mandarla muy requetebien.

Dicen que hay gente excepcional. Yo creo que mi madre ha trabajado muy bien los talentos y hasta en el lecho de su dolor sigue trabajándolos con enorme sabiduría.
No se ha resistido a la historia que el Señor le ha preparado.
¡Ánimo, Carmenchu! ¡Forza, que dirá Simona!

Es tarde ya

pero tengo una cita ineludible.
¡Han empezado a movilizar a Carmenchu!
He aprendido una cosa; estaba en posición de anti-Trendelenburg, es decir, en una cama plana, el cuerpo tenía 0º en relación con la cama, y totalmente recto, para que no sufriera la espalda. La cama en su conjunto tenía una inclinación de unos 15º o más respecto de la horizontal, para mejorar la función respiratoria, pero por eso mismo tiene muy hinchadas las piernas. Es la gravedad. Porque gravedad tiene mucha: la de la fuerza con que la atrae la tierra y lo malita que ha estado y que puede llegar a estar.
La posición de Trendelenburg es cabeza abajo: se utilza en medicina cuando se necesita que el enfermo está cabeza abajo y piernas arriba..
Pero va superando las pruebas como si de una gymkana se tratara, una gymkana paralímpica, que va para medalla de oro en la carrera de la vida.
La han pasado de esa cama sideral que la pueden poner en cualquier posición de los 360º que tiene una circunferencia a una cama articulada... Significa que ya van a empezar a probar esa espalda destrozada, porque la reparación de las vértebras tiene como objeto que la espalda le aguante la posición sentada (ya sabéis: silla de ruedas, movilidad, vida).
Estamos contentos porque a la madre se la reconoce ya con claridad.
Es ella y tiene ganas de nosotros, de estar con sus hijos.

viernes, 16 de abril de 2010

Por cierto...

ya no está atada.
Es muy agradable ver a tu madre sin cinchas que la sujetan. Y sin rictus de enfado resignado.
Ya no se desorienta.
Está mucho más contenta con el personal de enfermería que la atiende.
Dice que son todas jóvenes y guapas.
Las otras tenían entre 40 y 60 y no digo lo que dice de las de esa edad...
No digo nada.
Todos sus hijos le parecemos ya unos "carrozas".
Apunte necesario.

jueves, 15 de abril de 2010

15 de abril. Tiempo de vísperas.

Hoy sí sé como empezar.
Estamos muy contentos.
Porque la madre se ha recuperado. Tiene cuerda y tiene fuelle.
Y nos hemos estado riendo de las ocurrencias de la abuela Ramos, de que no se llevaba muy bien con su cuñada Marina (son cosas de nuestra historia familiar), que decía Ramos que se hacía la borracha para agarrarse, pero de su marido, mi abuelo. Celosa ella.
Y se ha conectado al mundo exterior y ha hablado de política, pero me perdonaréis que me reserve los comentarios que ha hecho después de que le hubiera explicado el acto de apoyo a Garzón. Digamos, como el chiste, que no es partidaria. Que tiene que haber también de los que no son partidarios, digo yo.
Le pincharon el derrame pulmonar; se me había escapado una errata (cada vez creo más en la escritura automática): piñonar; porque de piñas, piñazos, piñetazos, puñetazos, golpazos, tortazos, pinchazos, tiene de todo y abundante, pero sobre todo lo que termina en azo... Lo que tiene es un grandísimo AZO.
Bueno, pues le han pichado la pleura, le han vaciado el derrame, y el pulmón vuelve a expandirse y respira (con mascarilla) con una saturación por encima de 96 (me imagino que por ciento), lo cual está muy bien.
Además está más deshinchada de cuerpo. Está adelgazando porque no le entra la comida. Se nos está quedando en el chasis (aunque tiene chasis de camión de la París-Dakar).
Lo que no se le deshincha ni a tiros son las piernas.
No digo nada de ellas: de momento. de adorno.
Vamos bien, ahora.
Muchas gracias a todos.

miércoles, 14 de abril de 2010

Miércoles, 14 de abril

Hoy no sé cómo empezar.
Quizá diciendo que ha sido un día erizado de dificultades, de sobresaltos, de aullidos susurrados desde el alma que emergen serpeando por todo  nuestro mundo.
Hoy ha sido un día duro.
Notábamos a Carmenchu con mayor dificultad respiratoria. De las gafas nasales a la mascarilla; de la mascarilla a la mascarilla con balón. Roncus. Posibles flemas. Aspiración. Nada. No hay mejoría.
Sobresalto.
Información de la intensivista. No va bien la cosa. De nuevo se instaura una dificultad respiratoria.
Un pulmón no funciona y no es por una flema atravesada. La primera observación es que está agotada, que no puede, que ha tirado la toalla.
La imagen blanquecina de la radiografía habla de un pulmón reducido (no me atrevo a decir colapsado). Lo de hablar es una palabra amable. Más que hablar la radiografía, lo que hace es espetar, escupir una mala noticia,...
No puede. Porque está agotada.

Por la tarde Carmen sí ha hablado con la intensivista de guardia. Tenemos mejores noticias. No es una flema, no es agotamiento: es un derrame. Tiene tratamiento. Porque por la mañana se nos insinuó lo peor: que ya no podía. No, sigue tirando, pero con un pulmón y un poco. Tiene tratamiento. Tenemos esperanza. Hay que drenar el derrame.
Lo habrá hecho esta tarde con control ecográfico. Nada sabemos de los resultados, todavía.
Pero en estas condiciones "no news, good news".

Son normales estas complicaciones.
La salud de mi madre sigue siendo muy precaria por lo precario de sus condiciones.
Esperamos que pronto los neuros empiecen a movilizarla. La movilización romperá el encamamiento tan pernicioso para las personas mayores.
Mejorará la función respiratoria: no tendrá tanto tiempo los pulmones en horizontal.

Al final el sobresalto se transforma en preocupación y ahora, sobresaltadamente, nos mantenemos en una ardiente expectativa.
El aullido ha enmudecido esta noche.
Le sucede el silencio expectante.
Mañana romperá con el alba la buena noticia de que el pulmón vuelve a expandirse y que pronto nos la devuelven de la UCI.

No dejéis de rezar. Por favor.


martes, 13 de abril de 2010

Martes, 13 de abril

Las noticias de hoy son que está bien. Le gusta la nueva ubicación. Está más cómoda y se siente mejor tratada por el personal sanitario. Esta mañana el médico ha dicho que va evolucionando muy bien, pero que es necesario que permanezca en la UCI para terminar una serie de tratamientos preventivos que le han puesto. Los hijos estamos sufriendo la restricción en las visitas, pero si ella está mejor ¡Bendito sea Dios! Hoy se ha alegrado muchísimo porque Antonio le ha comunicado la noticia de que Juan y Laura van a ser papás otra vez. Es su décimo biznieto.
Esperamos que pronto empiecen a movilizarla un poquito y que la cosa vaya avanzando. Muchísimas gracias a todos por vuestro cariño y vuestras oraciones.

lunes, 12 de abril de 2010

lunes, 12 de abril

Dos pasos adelante, uno para atrás.
La medida de la mejoría de mi madre tiene dos vertientes, dos caras, que no están conectadas como sí lo están las dos caras de la misma moneda, el significante y el significado, el ying y el yang, Stan Laurel y Oliver Hardy o Rajoy y Zapatero.
La primera es la que miden los aparatos a los que está conectada.
Una mascarilla le ayuda a respirar.
Está sujeta a un monitor que mide la frecuencia cardiaca, la saturación de oxígeno, la presión arterial y no sé cuántas cosas más.
Con esos datos nos dan una evolución y un diagnóstico.
Lo ha superado todo.
Tiene bien las constantes.
Está sana.

Otra vertiente es soportar el sufrimiento. En esto mi madre es un hacha. No se toma una pastilla aunque le duela el hombro porque se le olvida.
Porque en sufrimientos de esos es una campeona. Ya lo fue cuando se rompió el hombro hace un par de años y lo ha superado con un mujerío (no sé por qué a las mujeres no se les puede decir el correlativo a señorío), un dominio, una entereza de la que hemos hecho lenguas, y la fama canta por doquier.
Pero sufrimiento extremo, acompañado de soledad, de alternancia de conciencia con cierta desorientación, especialmente por la noche, de no encontrarse ella arropada y teniéndose que tragar la píldora que ya está digiriendo, pues ese sufrimiento también lo está apurando.
Y mi alma grita solo de pensarlo.
Grito que se convierte en oración: ¿Hasta cuándo, Señor?

La han cambiado de ubicación.
La han trasladado a la UCI de quemados, porque la cama que ocupaba era necesaria para otra persona. Ya ella no necesita un soporte vital tan acusado como lo necesitó en su momento.
Ello significa un cambio y los cambios ahora no son buenos. La desorientan más aún. Y se tiene que hacer a un nuevo personal y ese personal hacerse a ella.
Y además, al estar en la UCI de quemados, en la zona de críticos, que es donde la han ubicado, nos han limitado el tiempo de visita y la cantidad de personas que pueden pasar a verla. Eso no es un buena noticia.

Estamos descontando los días esperando el momento en que podamos hacer turnos para acompañarla las 24 horas del día, para que no vuelva a sentir soledad en el sufrimiento, para cuidarla, para que pueda mandarnos callar o mandarnos que la dejemos sola.

¡Ya queda menos, Carmenchu!

domingo, 11 de abril de 2010

Hemos terminado hace unos minutos una vigilia de oración por Carmenchu, en la que han participado un buen número de sus nietos... una legión. El Evangelio que hemos proclamado al azar ha sido Lc 5, 17-26. Lo podéis leer, os lo aconsejo.

sábado, 10 de abril de 2010

De seguido

A la salida de la visita hemos podido hablar un poquito con la médico de guardia, que es quien recibió a Carmenchu cuando ingresó en la UCI.
Se llama Mª Cruz.
Quiero agradecerle su profesionalidad y su talento y también a todos los trabajadores de la UCI.
No es fácil, nada fácil, vivir y convivir a diario con el sufrimiento de los humanos, con sus ayes, a veces con sus desesperaciones, con sus enanejamientos,... Se hace necesaria distancia profesional. Y tratar, al tiempo, con empatía al enfermo y a sus familiares también entra en el perfil de las personas que los atienden.
Nos ha informado que va todo bien, aunque la percepción subjetiva de Carmenchu, como hemos dicho antes, sea de hartazgo.
Está para que pronto pueda salir de la UCI.
Previsiblemente a una cama de rehabilitación. De eso se ocuparán el lunes.
Le están poniendo todavía unos medicamentos para proteger la función hemodinámica, que solo en la UCI deben ser administrados. Se los están retirando poco a poco, y como nos tiene acostumbrados responde perfectamente.
Si la vierais, es un cardenal, interruptus solo en algunas zonas de su cuerpo.
La boca la tiene seca y llagada por efecto del oxígeno y los antibióticos y otras medicinas.
La comida le sabe mal.
Está bastante hinchada por efecto de la postura y de la inmovilidad.
Y se quiere ir ya de la UCI.
¡Sacadme de aquí!
¡Ya queda poco, Carmenchu, madre mía!

10 de abril, sábado

¿Quién dijo que era fácil?
Antes el objetivo era llegar hasta aquí y se ha conseguido.
Ahora el objetivo es salir de aquí.
Y falta.
Y falta un poco más de sufrir.
Ella quiere salir, quiere salir ya. ¡Pero, ya! Así nos lo dice: "Hablad con quien sea para que me saquen de aquí".
Intentamos transmitirle la necesidad de unos ritmos concretos, de unas pautas.
Lo entiende. Lo entiende todo. Pero está harta.
No es de extrañar.
La noche la ha pasado aceptablemente bien. Dolor físico, mitigado. Sed. Mucha sed. El efecto de la anestesia es lo que tiene.
El problema es otro. El hartazgo es otro. Quiere estar rodeada de su familia, de sus hijos, nietos y biznietos, de sus hermanos de comunidad, de... todos.
Ese es su sufrimiento ahora mismo (y el nuestro). Ese es el poco más que aún falta de sufrir.
Pero si hemos llegado hasta aquí, llegaremos más allá. Siempre existe un "más allá", muchos "más allás".
Llegaremos. llegará.
No se ha rendido. Aunque haya pasado por momentos muy difíciles, en que casi se difuminaba la esperanza, ahora no. La prueba de ello es que quiere salir. Quiere vivir. Hace planes y proyectos.
Quiere seguir toreando.
Pero en otras plazas, ¡por favor!

Seguimos rezando todos, seguid rezando todos.
Carmenchu nos está uniendo muchísimo. En la oración y no sólo en la oración.

¡Un poco más de paciencia!

viernes, 9 de abril de 2010

Viernes.

¡Por fin! ¡Ya era hora!, dijo a la salida de la corrida, a hombros y bajo palio.
El paseíllo ha sido sonado y fotografiado.
Entre medias, entre el principio y el final, cinco horas con noticias intermitentes.
Va todo bien.
Mantiene un hematocrito de 12.
Es una enferma que ayuda mucho en el quirófano.
Tiene buena encarnadura.
Ya hemos acabado.
Todo ha ido bien.
Le hemos cosido dos vértebras por encima y dos por debajo.
Ahora la recuperación en la UCI.

Los hijos de Carmenchu vamos a celebrar el éxito de la operación.
Y que la hemos visto sonriente al entrar y aliviada al salir.

Entre medias, reunión para considerar los pasos que a continuación debemos realizar.

Habrá que empezar ya la segunda fase del proyecto "Carmenchu Chuck" (la clave está en los comentarios. Buscad a Simona Moro). Pero poco a poco.

jueves, 8 de abril de 2010

Por la tarde del jueves

Pues sí, efectivamente, mañana la operan. Le van a hacer una fijación de la columna, dos o tres vértebras por debajo y por encima de la D10, que es la que está hecha añicos.

Está previsto que empiece a las 10:00 am y durará más o menos unas 5 horas.
Luego veremos a ver.
¿Qué cómo está?
Si queréis creerme, os puedo decir que alucinantemente orientada, despierta, consciente, inteligente, emocionalmente tranquila,... Sin pasión de hijo.
Esta mañana hemos entrado Miguel, Antonio y yo.
Hemos hablado con su doctora y con los neurocirujanos.
Nos han dicho lo que sucintamente comento más arriba.
Pero no se desorienta nada en ningún momento.
Dice que el domingo ya se va a casa. (No es desorientación, es vívido deseo). Tendrá que esperar todavía un poco.
Comenta que en agosto La Manga es muy calurosa, que vaya preparando una casa para ir en el mejor mes, que es junio...
Jo, princesa, para no andar, qué velocidad imprimes a los proyectos.
Está bastante hinchada por efecto de la postura, que lleva 13 días sujeta a la cama, sin moverse...
¡Vaya un suplicio!
Sin embargo, en estas condiciones, no conozco a nadie (dicen entendidos en la materia) que haya ido a mejor de su orientación y su conciencia... salvo una señora de 83 años, gruesa, acabada, que ha resurgido de un pozo muy profundo.
¿Será su naturaleza?
Sin duda. Pero ayudada por la inmensa gracia de estar con el Señor.
Rezad porque vaya todo bien y porque pronto podáis verla bailando un fox y cantando una zarzuela.
Por cierto, Miguel y Almudena y sus hijos le han preparado una presentación con un solista de lujo: José María Nino Bravo Soler Molero.
Se ha emocionado profundísimamente.
Adjunto alguna foto que han utilizado en este evento y un fragmento de la magnífica interpretación solista de la pieza que ha titulado ¡Quiero Vivir!







Muchas gracias a todos por vuestras oraciones y por el cariño que constantemente nos estáis mostrando para con ella.