viernes, 23 de abril de 2010

Una victoria del Altísimo

Precipitó en el mar caballo y caballero.
Este año la Pascua de mi madre ha sido rotunda.
Ver a la orilla del mar Rojo a los guerreros de Faraón, sus caballos y sus carros, anegados, rotos, inútiles... todo símbolo de fortaleza, toda la tecnología al servicio del dominio, de la esclavitud del hombre yace a los pies inútiles de una mujer que anda por senderos de gloria y majestad. Porque alguien ha salido de la fosa y nos lo ha contado y ha abierto una era de gracia para el ser humano, que vive angustiado por el miedo a la muerte.
Las coyundas, los yugos de la muerte han sido quebrados y yacen a los pies inertes de mi madre.
¡Ha salido de la UCI!
La trasladan a una cama de rehabilitación en el Hospital de Cantoblanco.
Ahora toca un paseo por el desierto.
Así es el Éxodo.
Estamos contentos.

3 comentarios:

  1. Que alegria mas grande!
    seguimos rezando y un abrazo muy requetefuerte
    Pilar Aldehuela

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  2. Vaya, por fin. ¡Bendito sea Dios!
    Y ¿cuándo se la puede ir a ver?

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