sábado, 5 de febrero de 2011

Buenos días

Estaba pensando qué valor tiene ya este blog, si ya no hay nada que decir a los numerosos seguidores que tuviste mientras duró tu hospitalización. Y cuando lo abro, y lo hago con cierta frecuencia, cada vez asciende como el mercurio de termométro cuando lo acercas a la luz un sentimiento casi físico cargado de todos los sentimientos, de las emociones que vivimos y sobre todo de tu valentía, de tu humanidad, de tu segura maternidad. Y me sabe dulce como la miel, pero punzante como un aguijón en la carne.
Poco a poco se va convirtiendo en el lugar de mis confidencias, pero es mentira, porque me las leen muchos, son mis confidencias compartidas por quienes compartieron conmigo y contigo y con nosotros los momentos angustiosos de que si sales o te mueres. Te moriste, pero la muerte no ha podido con tu vida y por eso te sigo haciendo confidencias, aunque sean muy públicas.
Y ese es el valor que tiene este blog. Que estás muy presente. Y, como estás muy presente, a ti te hablo; tú, como siempre me escuchas, aunque haya muchos observadores de nuestros susurros.
Mamá, tú me conoces bien, sabes que no soy tan manso como a veces parezco, que siempre he tenido un punto de rebeldía y otro de tozudez, aunque escondidos por mi temperamento aparentemente tranquilo y bonachón. Pero tú me conoces bien. Mami, voy a dar la batalla por lo que creo, por lo que tú me enseñaste. Nada se consigue fácilmente ni se consigue a la primera. Y cuando gobiernas una nave con muchos capitanes, marcar el rumbo es muy difícil, porque la nave así gobernada empieza a dar muchas vueltas. Y al final encallamos entre las lianas del mar de sagarzos.
Mamá, necesito ahora tu fuerza y tu ayuda. ¿Cuento contigo? Vaya que sí. Mami, gracias por tu susurro. Gracias por tu apoyo.
Un beso.
Tu hijo, que te quiere.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola Chema, este blog sigue siendo precioso y no me esperaba siguieras escribiendo, pues yo te animo a que no lo dejes, gracias. Me acuerdo de tu madre muchas veces. ¡un abrazo!y la Paz

    ResponderEliminar
  3. Pues le pido a Carmenchu que siga inspirandote para seguir escribiendo!!!! Tu madre me sigue ayudando para que este Tiempo de Adviento sea como a Ella le gusta y llegue este Niño deseando quedarse conmigo....Un abrazo Chema

    ResponderEliminar